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das Mystische 2.1

La tristeza

Han cortado el tráfico. Monárquicos y republicanos (esa es la marca) tienen motivos suficientes para elegir entre el absentismo laboral o las tonalidades pastel, entre el abrazo del oso o las cabriolas existenciales, entre los guiños sensacionalistas o las berenjenas de Almagro. A la caída de la tarde amenaza lluvia en la ciudad de los diamantes, en el balcón de la seducción y el diseño. Lo muestran las vallas publicitarias: a cada uno según sus posibilidades; a cada uno según sus necesidades. A la caída de la tarde (me concome este veneno) San José de Arimatea dejó la radio en el suelo y se puso a bailar; pero, claro está, eran otros tiempos. Tiempos de gazpacho y ajo blanco, de besos en Chueca o en Tirso de Molina; tiempos de independentistas zamoranos. ¡Menos mal que, al menos, el novio es del atleti! ¡Qué manera de perder, amigo: qué manera de sufrir! Lo único que guardo de la infancia es una fotografía de José Eulogio Gárate Ormaechea volando como un ángel. Y estas cosas unen. Pero los chicos del taxi son todos merengues y dicen las crónicas mexicanas que se han vuelto republicanos. Como La Tati, como Bambino psicodélico, como Camarón de la Isla bendiciendo a los gitanos desde el púlpito celeste. Monárquicos y republicanos; esa es la marca. Y ahora, han cortado el tráfico.

La tristeza, me dices; todo mentira: sólo sonríen los valientes. Todos los visitantes son marcianos pero también buena gente, gente dispuesta a todo. Gente de toros en Las Ventas y bocadillo de gallinejas, gentes como tú y como yo, abandonadas en mitad de la calle. Y hoy programan boda, y mañana rebajas y vacaciones, o festival de Eurovisión, y pasado mañana Eurocopa. Y está bien que así sea. ¿Cómo podríamos, si no, abandonar la tristeza? ¿Te imaginas a toda esta gente leyendo a Schopenhauer?

Los chicos del taxi cumplen también funciones estadísticas. Si salieran en televisión mejoraría la imagen de la seducción pero el espectáculo tendría entonces el rostro de Harry el Sucio: carácter de velocidad y furia. La prensa del corazón podría hablarnos de taxistas, de conductores de la EMT, del personal de limpieza; entonces, la prensa del corazón cumpliría, igualmente, funciones estadísticas, y las fotos de portada mejorarían muchísimo; pero no está demostrado que taxistas, conductores o cristaleros dispongan de un corazón noticiable, de una historia tan triste, y en esas condiciones resulta del todo imposible. Aunque yo conozco a una chica de la limpieza que es pura dinamita y daría mucho que hablar en los papeles; es como un sueño. Y tampoco frecuenta a Schopenhauer.

Tristeza não tem fim, aquí en el rompeolas, pero también mentira. Los miembros del reparto evitarán las zonas conflictivas, saludarán a las mujeres mucho antes, anticiparán el fin de semana. Y estas cosas unen.

Los escaparates están cerrados. Amenaza lluvia.

Para olvidar la tristeza, si te parece, podemos pasear por los jardines de São Paulo (éste es tú regalo), escuchar a Vinicius o a Jobim, disfrutar de la boda vía satélite. Porque hoy es un gran día. ¡Vivan los novios! ¡Viva la República! ¡Viva San José de Arimatea!

Han cortado el tráfico.

7 comentarios

Anónimo -

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pini -

parliamo italiano?
ya se me está pasando la tristeza, no saben lo bien que me hace leerlos (y encima juntos)

Enrique -

Joyas, jazmines y dibujos infantiles.

¿Tristeza? ¡Al diablo con la tristeza!

Adelante, vestiti come dei bonzi per entrare a corte degli imperatori della dinastía dei Ming.

Cerco un centro di gravità permanente.

Buenas tardes a todos.

itn -

Pini y Enrique como arrogantemente cambié vuestros títulos, me toca decir que es lo creo que es la tristeza :
Un día me encontré debajo de la servilleta una nota con un dibujito de mi hijo menor en la que decía: “ Papa, hace tiempo que no te doy una sorpresa por eso toma este dibujo que es para que tengas una sorpresa”
Esa sorpresa estaba tan cercana a la felicidad que sentí tristeza, una íntima, diáfana y breve tristeza.
Creo que la tristeza posee un tenue lado seductor que no tienen el dolor , la angustia o la aflicción, tampoco la indignación. (últimamente me salen pareados por todos los lados).

pini -

a mi este post me ha parecido una joya.
(pero como no uso joyas, puedo tomarme la licencia de decirte unos jazmines recién cortados sobre la mesa del desayuno).
itn eres un defensor a muerte.

Enrique -

No tengo palabras, itn. O sea, que ya las he gastado todas. Pero no, de verdad, no estoy cabreado (cableado, no estoy cableado). Es que, con la llegada de la primavera, se reproducen las alergias. Madrid sigue siendo una ciudad maravillosa. Como Andy Warhol. Como Gilles Lipovetsky. Como Moby Dick.

Un saludo, amigo.

itn -

Muy interesante, pero eso no tristeza es cabreo , me quedo con la tristeza de # (http://www.zonalibre.org/blog/mariposaenpekin/archives/041065.html) aunque sea melancolía.